Electricidad, Viento y Mar

El apetito por generar mayores cantidades de electricidad aumenta todos los años. Al menos, una capacidad instalada de 100 MW (megavatios) deberían sumarse cada año al sistema nacional en Costa Rica para mantener la calidad y confiabilidad de servicio que brindan actualmente las empresas eléctricas.

 

El desarrollo de nuevos proyectos de generación eléctrica siempre provoca la discusión en  torno a este dilema ambiental. Por un lado unos porque consideran que se debe explotar nuestro potencial de recursos energéticos de origen nacional, por otro lado, aquellos que no desean alterar las condiciones naturales de los ecosistemas por los impactos ambientales con la construcción de grandes proyectos.

 

Una opción aún sin explorar es el aprovechamiento del potencial de energía eólica que pudiese existir a lo largo de nuestras costas, ubicando en la plataforma marítima continental grandes torres de generación que aprovechen la energía del viento, donde cables submarinos transportarían la electricidad producida hacia los centros de consumo.

 

Costa Rica logró ser país pionero en Latinoamérica en el desarrollo de la energía eólica para generación eléctrica, desarrollando los proyectos de viento ubicados en Tilarán. Se deben ampliar esas oportunidades a los inversionistas para permitir la exploración –y posible explotación- de energía eólica en las zonas marítimo-costeras (off-shore), en condiciones rentables, bajo una regulación adecuada y manteniendo los máximos estándares en protección ambiental, como lo hacen comercialmente otros países.

 

Un aumento sostenido en el consumo de electricidad, la posibilidad de utilizar el potencial del viento marino, y la extensión de nuestras dos franjas costeras; son 3 factores que pueden conjugarse para transformar ese interesante dilema ambiental en una oportunidad de negocio para las empresas públicas e inversionistas privados.

Ing. José María Blanco R.