Mercados Eléctricos

La industria eléctrica es una actividad económica compleja e intensiva en capital. El sistema nacional está integrado por un conjunto de subsistemas que permiten la generación, la transmisión y la distribución de electricidad a los consumidores, o usuarios finales.

Para que un mercado funcione eficientemente, es decir que esos consumidores reciban un servicio oportuno y de óptima calidad y se promueva un flujo de inversión en infraestructura eléctrica que atienda la demanda creciente, se requieren regulaciones adecuadas –entra otras razones- para que los inversionistas- ya sean públicos o privados, logren evaluar los riesgos asociados y tomen decisiones costo-eficientes.

Uno de los aspectos de mayor relevancia que analizan los inversionistas – en los proyectos de generación eléctrica – es el precio al que pueden vender su producción de energía en el mercado; una vez que justifican la viabilidad técnica del proyecto. En el contexto internacional existen diversas formas de mercado para vender la electricidad, entre ellas el mercado de contratos y el mercado de ocasión, los cuales tienen concepciones contractuales de diversa complejidad para establecer la relación comercial entre generadores y distribuidores.

Un país que desee desarrollar un mercado eléctrico competitivo donde las relaciones entre los agentes de mercado están determinadas por un tamaño del sistema nacional relativamente pequeño, requiere fortalecer al ente encargado de la regulación a fin de asegurar que los consumidores paguen la energía a precios económicamente eficientes.

Por ejemplo, se debe fortalecer dotar al ente regulador con profesionales capacitados que velen por la operación de los agentes de mercado según los principios de la economía energética, promoviendo el desarrollo sostenible de las fuentes domésticas y sobre todo, manteniendo un principio de equidad social en la prestación del servicio.

Ing. José María Blanco R.